AUMENTA LA CONVERSIÓN MEJORANDO LA LEGIBILIDAD

Los trucos para que los lectores que no leen devoren los textos que escribas.

Aquí descubrirás cómo unos pequeños cambios convierten un texto normalito en un texto que atrae a tu lector.

Cuando era pequeña, tenía una amiga en el cole que se llamaba María. María era una niña divertidísima y muy habladora. Una de esas personas con las que solo te cruzas una vez en la vida.

Pero tenía un defecto muy grande: era tímida.

 

No era tímida en plan “me da vergüenza hablar”.

No, no.

 

Era tímida hasta tal punto que esto le impedía comunicarse con la gente.

 

De hecho, en la clase solo hablaba conmigo.

Un día me dijo que quería organizar su fiesta de cumpleaños y, lo más sorprendente, que quería invitar a todos los niños y niñas de la clase. Así que escribió una invitación para cada uno de los asistentes.

32 invitaciones, en concreto.

Otro día hablamos de la vergüenza de los ratios de las clases por allí a los noventa.

 

Se lo trabajó mucho. Y a la semana solo había recibido una confirmación de asistencia.

Sí, correcto, la mía.

 

Y como a mí me van los retos, decidí escribir una nueva invitación.

 

Te diré que la fiesta tuvo un éxito ALUCIFLIPANTE. Vinieron casi todos los alumnos y, los que se la perdieron, estuvieron muriéndose de envidia hasta el final de curso.

 

Quizá te preguntes

¿Qué tenía de diferente la carta de María de la mía?

 

Te diré que poca cosa, la verdad. El contenido era bastante parecido. Bah, miento. En realidad se parecían como un huevo a una castaña.

 

Básicamente, el objetivo era el mismo: “quiero que vengas a mi fiesta y tengamos la oportunidad de conocernos para ser amigos”.

Pero… ¡pero!

 

Aunque el objetivo de dos textos sea el mismo, podemos escribirlos para que llamen la atención o para que vayan directos al cementerio de los textos no leídos.

 

¿Y como consigo escribir textos que persuadan a mis lectores?

 

5 trucos para transformar tus textos y convertirlos en comunicaciones excepcionales.

Así lo hice yo en la nueva invitación de María y tú lo puedes aplicar en tus textos:

 

 

1. Personaliza el texto

Esto no va de ponerle el nombre. A ver, que si sabes cómo se llama la persona, obviamente hay que escribirlo.

 

Si envías un mail a alguien en concreto, mejor si le dices “Hola, Juan:” que no “A quién pueda interesar:”.

 

Que lo mismo Juan está demasiado ocupado para saber que el mensaje que estás enviando le interesa de verdad.

Yo envié mi invitación con un dibujo a mano diferente para cada una de las personas invitadas. No te digo que tengas que hacer lo mismo, pero por lo menos dedica tiempo a saber para quién estás escribiendo el texto.

 

 

2. Ve directo al beneficio

Que yo te diga que esto te interesa, está de más. Pero si te cuento que en la fiesta habrá una cama elástica, lo mismo hasta te imaginas que tener una cama elástica es algo que no está al alcance de todo el mundo.

 

Las novedades nos gustan porque nos dan sensación de exclusividad.

 

En aquella época no existía el Decathlon y no todos los niños tenían un jardín con esa atracción para disfrutar todos los días. Obviamente, ahora, lo de las camas elásticas está de moda. Si lo escribiera ahora tendría que buscar otro beneficio

 

 

3. Crea una imagen mental

Al contarles en la invitación que podríamos pasar la tarde en la piscina, fuera del cole, les dibujé una imagen mental que activó la necesidad de asistir a la fiesta.

 

Las imágenes mentales nos acercan a la sensación que experimentaremos si compramos un producto o servicio

 

 

4. Estructura la información

Aquí me refiero a que tu información sea visual.

  • Separé la carta en párrafos, intercalando cortos y largos.
  • Resalté la información importante. Usé bolígrafos de color diferente, nada del típico rojo o fosforito amarillo.
  • Guie a los invitados con listas y enumeraciones.

 

En resumen les puse fácil leer la información importante

 

 

5. Ponle límite al tiempo

Los seres humanos somos procastinadores por naturaleza. Esto de “no dejes para mañana, lo que puedas hacer hoy” no nos va.

En la invitación añadí algo crucial para que la gente respondiera: una fecha límite para confirmar la asistencia.

 

Si alguien no lee tu texto completo y va al final, lo mismo hasta le entra la curiosidad si sabe que tiene que darte una respuesta en un tiempo límite.

 

 

Conclusión

¿Hice magia con la invitación de María? Para nada.

 

Se trata de traducir nuestras ideas geniales en textos que se alineen con nuestro objetivo

 

María tenía muy claro cuál era el contenido de su invitación. Solo lo faltaba encontrar el CÓMO para convencernos a todos de que debíamos asistir a su fiesta.

 

Espero que pongas en práctica estos trucos y si te funcionan escríbeme a hola@inlinescopy.com y me lo cuentas.

 

¿O vas a ser como María y organizar una fiesta sin invitados?

 

¡Nos leemos!

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